sábado, 4 de enero de 2014

¡2014!

¡FELIZ 2014 a todos!

¡Aún no me creo que estemos en 2014!

Cuando la gente me preguntaba que cuándo me casaba yo decía: "Nada, dentro de mucho, el año que viene." Pero "el año que viene" es YA, este año.

Estoy flipando, pero para bien. No en plan novia loca-no-he-hecho-nada-con-los-preparativos-y-quedan-solo-10-meses.

¡NOS CASAMOS! ¡EL AMOR DE MI VIDA Y YO NOS CASAMOS ESTE AÑO! ¡YUJUU!

Temas aparte, yo dejo todo para el último momento. Lo he hecho durante toda la carrera, lo estoy haciendo con el trabajo de fin de grado, y sé que lo haré con mi boda.
En mi código genético no existe eso llamado planificación. A mi me gusta hacer las cosas cuando apenas queda tiempo, que la adrenalina se me dispare y mis piernas/mis manos se muevan como locas mientras intento, en vano, acordarme de todo lo que tenía que hacer antes de las 10 del día siguiente.

Pero, repito, no lo digo en plan loca. Lo digo en plan: yo soy así, no lo puedo evitar y no me voy a estresar porque no tengo nada hecho. Ni J tampoco, que los dos somos bastante tranquilotes.

El problema es que lees blogs, foros y páginas web y en teoría a estas alturas ya tendríamos que tener tropecientas mil cosas hechas (que por supuesto no tenemos). También te dicen que contrates a una wedding planner para que te lo haga todo si tu no tienes tiempo (aunque tenerlo, lo tenemos), pero a nosotros nos hace ilusión organizarlo todo. (De hecho, en el lugar donde celebramos el banquete viene incluido el servicio de Wedding Planner).

El caso es que lees las opiniones de gente con experiencia, y novias ultra-organizadas y piensas ¿la estoy liando parda porque no hemos decidido aún de qué color será la corbata del novio?

Espero que no.

¡Feliz 2014!

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